Increíble técnica para limpiar los azulejos del baño mil veces más potente que el cloro.

¿Es posible que alguien disfrute haciendo las tareas del hogar? Sí, algunas mujeres pueden disfrutar limpiando la casa, especialmente cuando al final vemos que todo estaba impecable después de tanto esfuerzo. Pero más allá de hacer las cosas con placer o no, sabemos que el baño es uno de esos lugares como la cocina, que siempre debe estar en condiciones óptimas.

Mantener el baño limpio no es simplemente que todo esté brillante, sino que las bacterias y los gérmenes que pueden afectar nuestra salud no proliferan. En el mercado encontramos productos de limpieza y desinfección de todo tipo y color, pero que contienen muchos componentes químicos que pueden ser tóxicos, especialmente si se combinan entre sí.

Además, todos estos productos suelen ser extremadamente caros y al final de la compra descubrimos que gastamos más en productos de limpieza que en alimentos. Hoy le mostraremos cómo preparar un limpiador doméstico que no dañe su economía y al mismo tiempo sea tan efectivo como inofensivo para su salud.

LIMPIAR EL BAÑO YA NO SERÁ UNA TAREA DIFÍCIL, PERO POR EL CONTRARIO SERÁ MUCHO MÁS SIMPLE DE LO QUE ESPERABA.

PARA PREPARAR ESTE LIMPIADOR DE CASA, NECESITARÁ:

• ½ taza de bicarbonato de sodio.
• ½ taza de jugo de limón.
• ½ taza de vinagre blanco.
• 5 litros de agua.

PREPARACIÓN:

• En un recipiente en el que pueda contener esta cantidad de agua, agregue el bicarbonato
• Disuélvalo y agregue gradualmente la mezcla de jugo de limón hasta que todo se integre bien.
• Luego, de la misma manera, agregue el vinagre blanco.
• Notará que se forma una espuma que es completamente normal, como consecuencia de la unión de estos productos.
• Una vez que la espuma se asiente, agregue esta mezcla a una botella de spray para que pueda usarla más fácilmente.

UTILIZAR:

• Con esta preparación, rocíe los bordes de los artículos sanitarios, las juntas de cerámica y todo tipo de manchas de moho y humedad.
• Deje que la preparación funcione durante 30 minutos y luego, con una esponja o cepillo, frote la superficie para eliminar la suciedad acumulada.
• Enjuague con abundante agua y complete la limpieza con su desodorante o saborizante preferido.
• ¡Tu baño está listo!